Se suele considerar una maratón a nado cualquier travesía a partir de 10 km. De momento son minoritarias en las aguas abiertas (aunque con el boom actual, y con lo que nos gusta superar retos cada vez más difíciles, seguro que pronto se harán más comunes). En estas maratones hay dos grupos de gente especialmente admirables:
- Los que hacen travesías muuuuuuy largas, digamos a partir de 20 km (Canal de la Mancha, Canal de Catalina, Canal de Menorca…)
- Los que las hacen sin neopreno
Un grupo de estos últimos crearon en 2012 la Marathon Swimmers Federation (Federación de nadadores maratonianos), con el objetivo de:
Unir, inspirar y conectar a nadadores maratonianos y aspirantes del mundo entero.
A través de esa Federación intentan centralizar y documentar este tipo de travesías. También validarlas, en base a unas Directrices que vienen a ser una adaptación de las que rigen en el Canal de la Mancha, y que se pueden resumir en lo siguiente:
- La travesía debe hacerse en solitario y sin ningún tipo de asistencia
- No se puede tocar en ningún momento la barca ni el kayak de apoyo, ni a sus tripulantes
Se considera como «asistencia» todo lo que no sea:
- Un bañador «normal»
- Gafas y gorro
- Tapones para oídos o nariz
- Protección solar y vaselina
- Luces para que te vean de noche
- Un reloj «normal»
- Barca y kayak de apoyo
- Avituallamiento
- (No se pueden usar por tanto ni neopreno ni un reloj con GPS)
¿Quiere esto decir que si no cumples estas reglas tu travesía no vale? En absoluto: nadar 30 km con neopreno ¡tiene todo el mérito del mundo! Hacerlo sin neopreno ya es la guinda del pastel. Simplemente, estos nadadores quieren mantener el espíritu de los pioneros de las aguas abiertas. (Y también supongo que, como a mí, les resultará muy incómodo nadar con el neopreno.)
Y ya que dedican tantas horas (y sacrificios) a sus durísimas travesías, también intentan levantar la liebre cuando les parece que alguno intenta dárnosla con queso. Como la que pretendía haber nadado de Cuba a Florida sin asistencia en 53 horas, o el que dice que va a atravesar el Atlántico en 4 meses.
Aunque sería cursi decir que son una fuente de inspiración, la verdad es que me gustaría llegar a conseguir lo mismo que hacen ellos. De momento me conformo con entrenar, nadar sin neopreno lo máximo posible y leer su entretenidísimo foro, donde se aprenden muchas cosas sobre temas tan variados como los avituallamientos, cómo soportar el frío, cómo se documenta una travesía o cuál es la mejor protección solar.
Y como prácticamente cualquier asociación, aquí también publican un calendario anual. No de ellos desnudos (por suerte parece que esta moda va remitiendo), sino con imágenes tomadas por los participantes en el foro. Para el de 2017 se me ocurrió mandarles media docena de fotos, y han escogido una de ellas: la tomé durante la salida de la Radikal MarBrava, y la han usado para ilustrar el mes de marzo. ¡Muchísimas gracias!
(Imagen de portada: salida de la Radikal MarBrava 1.5 2016; por el autor.)
¿Te ha gustado el artículo? Pásate por mi twitter para estar al tanto de los que voy publicando.
Follow @bruhervas
8 respuestas a “Maratones a nado: ¿hay una forma correcta de hacerlas?”