Sí, obsesionado, siempre con la paranoia de que las habrá, y cualquier cosa que veo por el rabillo del ojo me parece que va a ser una. Aunque el peligro real no es verla de soslayo, sino no verla y tenerla enfrente ¡y chocar de cara con ella!
Pero luego, a no ser que tengas la mala suerte de caer en medio de un banco compacto, ni siquiera te pica una todos los años.
Tal vez la cosa venga del hecho de verlas a menudo desde julio hasta noviembre…
Hace unos días descubrí que puedes verlas todo el año, encima de tu mesa. ¿Cómo? Con una pecera para medusas (esto es, una medusera). Esta, por ejemplo.

Tiene una capacidad de 25 litros, y luces LED que cambian de color (con control remoto, ideal para crear ambiente). Cuesta unos 170 euros. Las medusas se venden por separado, del tipo luna (Aurelia aurita): 20 euros las pequeñas, 50 euros las grandes. No pican. ¿Y qué les das de comer? Pues por ejemplo esas pequeñas gambitas que se da a los peces de acuario.
He leído que hay otros modelos en el mercado (o puedes usar una pecera convencional); el problema con ellos parece ser que las rejillas o tubos de la bomba de circulación tienen tendencia a aspirar las medusas… Aunque pensándolo bien, estos modelos pueden ser adecuados si tu obsesión es algo más destructiva que la mía, o si quieres vengarte de la especie tras algún encuentro doloroso (que no doloso).
¿Prefieres otro tipo de acuario, también poco convencional? Echa un vistazo a estos y a estos otros.
(Imagen de portada por Matthias Goetzke, libre de licencia, obtenida aquí.)
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muy bueno Bruno!
igualmente yo prefiero ni verlas… 😉
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Jajaja, cierto! El problema es cuando no la ves, solo la sientes!
Pero tal vez dentro de una pecera sean más agradables…
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