Hace unos días tuve una interesante discusión sobre entrenamientos con series cortas de alta intensidad. Haría falta definir, claro, lo que cada uno entiende por «alta intensidad»: ¿Sprints y entrenamiento anaeróbico? ¿Fartlek? ¿Series rápidas, a cuyas últimas repeticiones no vas a ser capaz de llegar?
Seguro que funciona bien para competiciones en piscina, incluso para travesías cortas y triatlones: entrena rápido para nadar rápido. Como siempre digo, yo no soy entrenador y no me atrevo a dar consejos sobre ello. Entiendo que el mejor entrenamiento dependerá de cada cual: tu nivel, tus ganas, tus objetivos… Sí tengo claro que laaaaaaaaargas sesiones a v e l o c i d a d d e t o r t u g a son útiles para conseguir fondo; y que complementarlas con entrenamientos más intensos (Aeróbico-3) me ayuda a compensar, hasta cierto punto, en las semanas con menos volumen (menos metros nadados). Además, ¡en la variedad está el gusto!
En cualquier caso, nadar travesías de larga distancia (y aquí también, que cada uno entienda lo que le convenga) trata sobre ir más allá de tus límites. Y eso también se entrena.
Yendo a la piscina a las 6 de la mañana.
Doblando entrenamientos en el mismo día.
Entrenando, aunque sean menos metros, ese día que estás cansado; o sin haber merendado.
Entrenando un día a última hora, y al día siguiente pronto por la mañana.
Forzándote a terminar la sesión que traías preparada.
Incorporando series de diferentes estilos: mariposa, por el esfuerzo que requiere; espalda, por ser una manera de nadar radicalmente distinta; y braza, para aprender a sobrellevar el aburrimiento.
Haciendo series largas a ritmos altos.
Saliendo al mar, aunque el agua esté fría.
Nadando también esos días en que el agua está turbia, o con olas.
Insistir en el mar, aún sabiendo que hay medusas, arriesgándote a que alguna te pique. Antes o después pasará.
Dejando el neopreno en casa de vez en cuando.
¿Y qué tal nadar con la salida del sol, cuando aún está oscuro?
Sí, para nadar travesías largas tienes que estar dispuesto a sufrir. Y eso no lo aprenderás con cómodas series de 100 metros ni descansos de 20 segundos.
(Imagen de portada, por Li Yang; libre de licencia, obtenida en Unsplash.)
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