RÍO es una película excelente. En apenas 30 minutos documenta los pasos (y las brazadas) de Anthony McCarley en su intento de nadar un par de maratones: Leme a Pontal, en Río de Janeiro; y el río de la Plata.
McCarley es un hombre mayor (60 años), de nadar lento y con un estilo al que bien le irían unas clases de tecnificación. Se marea y vomita. Se cansa y tiene que bajar el ritmo a media travesía… En resumen, un tipo normal ― como tú y como yo. No parece el típico nadador del que harías un documental; precisamente por ello merezca la pena hacerlo.
En otros artículos he hablado de qué se necesita para hacer maratones a nado, cómo nadarlas y cómo prepararlas. Hoy remachamos ― para completar una, necesitarás:
- Un sueño
- Un plan
- Un objetivo
- Perseverancia
Y eso es lo que enseña RÍO.
Lecciones para la vida
Todos tenemos algún sueño, o varios. Solo necesitas un plan(1) para convertirlo en un objetivo concreto; añade una buena dosis de motivación ― imprescindible para perseverar ―, ¡y listo! McCarley da la clave para mantener la actitud adecuada:
¿Qué es «estar en forma»? Cuando tienes un objetivo definido, hacer ejercicio se convierte en entrenamiento, y de esa manera se transforma de una obligación a un proceso de crecimiento (…). A la mayoría de gente no le gustan las obligaciones, pero si la conviertes en un objetivo, y avanzas hacia él, se convierte en crecimiento. Y el crecimiento sienta bien. Yo odio hacer ejercicio, pero me gusta entrenar. Odio las obligaciones, pero me gusta el crecimiento.
Y es que cada minuto del vídeo es un máster sobre maratones a nado. Porque las maratones a nado son motivación y perseverancia. Es tener una tripulación, un equipo, que te anime, te ayude y tome decisiones. Tener un sueño y trabajar para cumplirlo. Y, si no lo consigues, aprender de tus errores para mejorar. Y volver a intentarlo.
Dentro de tu plan tiene que haber entrenamiento físico, desde luego, y también lo que McCarley llama conocimiento (desde saber las condiciones que te vas a encontrar, hasta haber previsto un tiempo de nado; también cómo se va a desarrollar la travesía, visualizarla, tener preparada cualquier eventualidad…). Tienes que llegar con los deberes hechos en ambos aspectos.
Ese conocimiento forma parte de la preparación mental, y McCarley lo contrapone a las emociones. Para lograr tu reto es relativamente fácil estar preparado en las partes física y en la mental que corresponde al conocimiento. La pregunta es: ¿tienes la suficiente fortaleza emocional para conseguirlo? Y realmente te das cuenta de que son las emociones el único de los tres aspectos (físico ― conocimiento ― emociones) que tal vez no podamos controlar; y cuando eso ocurra, ese será el momento en que estaremos más cerca de fallar.

Se ha dicho y escrito mil veces, la película abunda en ello: el paso más importante es el primero; ser valiente consiste sobre todo en dominar el temor al fracaso ― intentarlo, vencer al miedo a fallar. Y disfrutar del camino que sigas para conseguirlo, que te hará aprender cosas y ser mejor.
¿Y si fracaso? McCarley propone re-evaluarse (aunque para mí esta es una iteración que habría que hacer regularmente, desde el inicio del reto), haciéndose varias preguntas:
- ¿Cuán importante es el objetivo?
- ¿Lo hago por los motivos correctos?
- ¿Cómo afecta a los demás?
- ¿Qué otros objetivos no estoy persiguiendo, al perseguir este en concreto?
Luego ya, si eso, todo esto puedes aplicarlo en tu vida fuera del agua…
(1) Asegúrate además de que tu plan sea inteligente, es decir, SMART:
- Specific (específico, preciso)
- Measurable (susceptible de ser medido, evaluado)
- Achievable (alcanzable, factible – tanto el objetivo como el plan que te llevará a él)
- Relevant (relevante: por qué lo haces, qué buscas con ese objetivo)
- Time-oriented (con fechas concretas para hitos determinados)
La película
A la película no le sobra nada, no le falta nada: narra simplemente una etapa en un largo viaje. Y lo hace a cámara lenta, porque una maratón a nado siempre parece ir a poca velocidad.
Cámaras a ras de agua, a veces incluso dentro; el sonido envolvente de las olas, de las brazadas; la barca de apoyo que se mece, pausada, junto al nadador… Una aproximación íntima y personal, acorde con la narración en primera persona de McCarley, que se oxigena cuando otros entrevistados ponen cierta distancia con la historia en las partes más puramente documentales.
Una fantástica película sobre aguas abiertas, excelentemente filmada y editada. Una historia no de superación, sino de esfuerzo ― porque puedes tener talento, ideas…; pero sin esfuerzo es difícil conseguir nada, al menos nada relevante. Un cuento, en fin, en el que es tan fácil sumergirse que apenas puedes creerlo cuando llega el final ― que no es el que esperas.
Anthony McCarley
En realidad McCarley no es un tipo normal, más bien un excelente nadador de aguas abiertas. No es el mejor ― es muy difícil serlo, solo uno lo es. Pero como él mismo dice, lo que importa es dar lo mejor de uno mismo, imponerse un reto y trabajar para completarlo. Así ha terminado 14 maratones a nado ― entre ellas la Triple Corona de Aguas Abiertas (la Mancha; circunvalación de Manhattan; Santa Catalina, en California).
Lo más relevante es que todas ellas las ha nadado entre su 50 y su 60 cumpleaños. Y es que el documental también va sobre la edad.
Merece la pena leer sus impresiones en el breve informe sobre su cruce St. John – St. Thomas (Islas Vírgenes).

La Triple Corona sudamericana
Hoy en día hay tantas Triples Coronas que es fácil perderse. Las pruebas que configuran la sudamericana son:

1. Leme – Pontal
- Lugar: Río de Janeiro (Brasil)
- Distancia: 36 km
- Ruta: Salida desde Leme (al lado de Copacabana), y costeando hacia el sur hasta la playa de Pontal
- Organismo sancionador: Leme to Pontal Swimming Association (LPSA)
- Nadadores que la han finalizado: 23 (a enero de 2021; todos brasileños, excepto McCarley)
- Travesía más rápida: 7h 13min
- Travesía más lenta: 15h 33min
- Tiempo medio: 10h 48min
- Dificultades: Alta variabilidad en la temperatura del agua (18 a 26ºC); corriente en contra cuando cambia la marea

2. Río de la Plata
- Lugar: Río de la Plata (Argentina y Uruguay)
- Distancia: 42 km
- Ruta: Colonia de Sacramento (Uruguay) a Punta Lara (Argentina)
- Organismo sancionador: Asociación Cruce a Nado Río de la Plata (ACNRP)
- Nadadores que la han finalizado: 34 (a enero de 2021)
- Travesía más rápida: 9h 06min
- Travesía más lenta: 32h 50min
- Tiempo medio: 17h 56min
- Dificultades: Nula visibilidad; mucho tráfico marítimo

3. Canal de Beagle
- Lugar: Tierra del Fuego (Chile y Argentina)
- Distancia: 1,5 km
- Ruta: Paso Mackinlay (en el extremo este del canal)
- Organismo sancionador: Patagonia Swim
- Nadadores que la han finalizado: 3 (según esta web)
- Travesía más rápida: Sin información
- Travesía más lenta: Sin información
- Tiempo medio: Sin información
- Características: Agua muy fría (4 a 8ºC)
- Variantes: La Triple Corona Sudamericana es puramente comercial. Esta 3ª etapa es el cruce del Beagle propuesto por una empresa específica (que también ofrecen la versión de 10 km, entre Puerto Navarino (Chile) y Ushuaia (Argentina)). Más establecidas están la ruta de 7,5km (también entre Puerto Navarino y Ushuaia) y el estrecho de Magallanes (más al norte), realizadas por más de 30 personas desde que Lynne Cox lo hiciera en 1976.

A mí siempre me han fascinado las aguas color chocolate del río de la Plata. Tuve la suerte de poder bañarme en las playas de Colonia; espero poder nadar la travesía algún día.




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