Uno de mis lugares favoritos para nadar es cala Canyelles, entre Lloret y Tossa: pequeña, muy resguardada, fondos espectaculares y aparcamiento fácil; todo a una hora y cuarto de Barcelona.

Dónde está

En Lloret de Mar; saliendo por la carretera hacia Tossa, a 3 km está el desvío que baja a la cala.

Canyelles es la primera cala medio grande que encontramos después de Lloret.

Recorridos y distancias

La cala tiene 350 metros de ancho, desde el espigón del puerto hasta la punta de levante. Puedes hacer unos cuantos largos por dentro.

La carretera nos deja en el centro de la cala, frente a un pequeño parque infantil. Aquí, mirando al extremo de levante, con las rocas de Els Bullents al fondo. En primer plano, las rocas que parten la cala en dos mitades.

Ruta hacia Tossa

Más interesante es salir de la cala, por ese lado de levante, y nadar hacia el norte, hacia Tossa. Els Bullents ― las rocas que limitan la cala por ese lado ― bien merecen una visita: tienen 4 o 5 pasos estrechos espectaculares, una piscina en el medio ideal para el snorkel y, allí mismo, un par de buenas rocas para saltar. Además en verano no es recomendable pasarlas por el exterior, porque es zona de paso de embarcaciones (¡y bastante concurrida!).

Aquí abajo, unos Radikals surfeando Els Bullents:

Después de un freo estrechísimo, con un verdadero cañón submarino por debajo, salimos a una parte muy abierta, al pie de los acantilados. A partir de ahí quedamos bastante desprotegidos, aunque la punta de La Muladera (extremo de levante de cala Llevadó) y el cabo de Tossa resguardan bastante de los vientos de norte-noreste. El recorrido, sin embargo, es espectacular, Costa Brava al 100%: rocas, pinos y gaviotas por encima; más rocas, posidonia y peces por debajo.

Roqueando hasta cala Morisca.

Unos 300 metros después de haber salido de Els Bullents nos encontraremos de frente con una pequeña cueva. Se ve muy bien, porque la boca es un triángulo de al menos 6 metros de altura. La puedes explorar si tienes espíritu aventurero, pero ten en cuenta que tiene el tamaño justo para que se metan dentro los barcos turísticos de fondo de cristal ― ¡y lo hacen! De hecho, en temporada alta es zona de mucho tráfico de barcas, por lo que es aconsejable ir pegadito a las rocas (además de llevar boya y un gorro de color chillón ― verde fluorescente es ideal; nada de negro, blanco, plateado o azul).

Cuando llevemos 1.600 metros llegamos a cala Morisca, una pequeñísima cala a la que hay que bajar a pie desde la urbanización Cala Canyelles, que queda justo por encima. Desde el agua es difícil de ver, porque apenas tiene 15 metros de ancho y queda escondida por las rocas que la cierran. Esta calita nos puede servir de salida de emergencia; aunque, si seguimos adelante, enseguida (500 metros más) encontraremos cala Llevadó.

Porto Pi, con un grupo de Radikals al fondo.

En realidad la cala grande se llama Llorell; y la del lado de poniente (la primera que nos encontraremos), Porto Pi; Llevadó es solo la más pequeñita, que queda en el lado de levante. Pero como el cámping que hay frente a la playa se llama Cala Llevadó, es así como todo el mundo llama al conjunto.

De Canyelles a cala Llevadó.

Hasta aquí llevaremos 2.100, y todavía tenemos que volver a Canyelles. Podemos alargar un poco atravesando cala Llevadó hasta La Muladera, y habremos hecho 2.700. El doble cuando hayamos regresado, por el mismo camino.

Llorell en el centro, con Llevadó y La Muladera al fondo.

Además ten en cuenta que el recorrido será más o menos largo (en tiempo y en metros) en función de lo que serpentees entre las rocas, y lo que te distraigas con el paisaje.

Hace tiempo hice este mapa interactivo, menos árido que la explicación de aquí encima.

Ruta hacia Lloret

También podemos optar por nadar hacia el sur, hacia Lloret. En ese caso hay que ir con cuidado al atravesar la bocana del (pequeño) puerto deportivo.

Vista del extremo de poniente, con el puerto deportivo. Las casas de la urbanización La Montgoda no consiguen estropear la vista. Por detrás, la punta de la playa de Lloret (detrás queda Fenals). Y en tercer plano, la Pineda de Blanes. Aquí debajo, a vista de dron.

La ruta es muy parecida a la anterior. Hasta Sa Caleta, la playa más oriental del casco urbano de Lloret, hay unos 2.300 metros. En esta ruta tenemos dos calitas que nos servirán de meta volante, zona de descanso o vía de escape: cala Gran y cala Trons, a 800 y 1.700 metros de Canyelles respectivamente. Estas calas tienen bastante mejor acceso que la Morisca, desde la urbanización La Montgoda. De hecho mientras nadamos ― y a diferencia de la ruta hacia Tossa ― en la parte alta de los acantilados no dejaremos de ver casas de esta urbanización.

La parte más cercana a Sa Caleta, al estar a un tiro de piedra del pueblo, suele ser zona de reunión de gente haciendo pesca submarina. La última vez que estuve por allí un exaltado nos afeó que le espantábamos a los peces… Solo le faltó amenazarnos con el fusil.

Sa Caleta es una playita muy cuca: pequeñísima, limitada por rocas en ambos lados, sin hoteles a la vista, con sus barcas de pesca en la arena y artículo salado en el nombre. Pero mi recomendación es nadar 200 metros más y llegar al principio del Paseo de Lloret. Allí podemos hacer tres cosas:

  1. Dar media vuelta y regresar
  2. Nadar los 1.000 metros de la playa de Lloret, y enlazar con la Vía Brava que nos puede llevar, si queremos, hasta Santa Cristina
  3. Salir del agua y comernos un helado en La Jijonenca, que tenemos justo enfrente
De Canyelles a Lloret. Todas las distancias marcadas son solo de ida; si vas a volver por el mismo camino, tendrás que multiplicar por dos.

Hay un camino de ronda muy accesible desde Lloret hasta cala Trons (y por el camino tenemos un par de salidas de emergencia). A partir de ahí el recorrido (que es el GR-92) va todo por las calles de la urbanización, baja a cala Canyelles, y vuelve a subir por urbanizaciones; incluso hay un corto tramo de carretera. Justo antes de llegar a Tossa se vuelve a acercar al mar. Es decir, que en ningún momento se puede seguir por tierra a los que nadan.

Por qué vale la pena

Por la facilidad: 1h 10min puerta a puerta (si no hay atascos); y aparcamiento grande y gratuito a 10 minutos andando (y a pie de playa fuera de la temporada de verano).

Accesoriamente, por todo lo que has podido intuir leyendo la descripción de las rutas:

  • Nadar al pie de los acantilados
  • Los pasos entre rocas
  • El fondo, siempre visible y espectacular
  • Agua limpia
  • Unas cuantas calas intermedias donde hacer parada y fonda
  • Y ¡LA ARENA GRUESA DE LA PLAYA!!!, lo mejor del mundo

Las cosas feas

¡Ninguna!

Si acaso, que en días con mala mar la cala se queda pequeña para nadar solo dentro. Más pequeña aún en verano, teniendo en cuenta los dos canales de salida de embarcaciones que no se pueden hay que ir con mucho cuidado al atravesar.

Y que en verano hay que estar atento a las barcas.

Llegar y aparcar

Como he dicho, es una de las mejores cosas de cala Canyelles:

Punteado en rojo, la carretera hasta la playa; en azul, las zonas de aparcamiento; y en calabaza, el cámping.

A 10 minutos de la playa hay un parking gratuito, relativamente grande (nunca lo he visto lleno, ni siquiera un domingo de agosto), y 200 m más adelante una calle donde se puede aparcar, frente a las pistas de tenis del club.

Siguiendo por la carretera, antes de llegar a la playa hay una glorieta para dar media vuelta. Tras la glorieta hay una zona azul con unas 25 plazas. Es de pago aproximadamente del 23 de junio al 11 de setiembre, de 10 a 18h.

Justo antes de girar la glorieta hay un pequeño aparcamiento (unas 60 plazas), también zona azul. Pero este suele estar cerrado en invierno.

La zona con el interrogante está detrás de una valla un bolardo retráctil. En verano solo es accesible si vas al puerto, y en invierno está abierta un año sí otro no, según sople el viento en el Ayuntamiento.

Servicios en la playa

Todo lo que puedas necesitar:

Lo más destacable sin duda es el chiringuito La Caleta, que está en el lado izquierdo de la cala: tapas, comidas sencillas y cócteles. Por la noche, encontrarás el camino marcado a través de la arena con una fila de velitas.

Après-swim

Si te da pereza andar por la arena para llegar al chiringuito, puedes comer o tomar algo en el restaurante que hay a la entrada de la cala (con vistas a la playa), o en el del Club Náutico (dentro del puerto); pero tú te lo pierdes…

A 200 metros calle arriba está el cámping Canyelles (tiene unas pocas parcelas a pie de calle, zona por tanto bastante ruidosa; para acceder al resto de parcelas hay que subir una cuesta que quita el hipo).

La entrada del camping, con una barca de pesca tradicional algo vetusta.

Y siguiendo por la calle otros 100 metros está el Tenis Canyelles. Allí puedes, lógicamente, jugar a tenis; o a paddle. También tienen piscina de 25 metros; y restaurante. Pero lo más interesante es que tienen centro de buceo, con barca propia; y en verano montan en la playa todo tipo de actividades en el agua: kayak, esquí náutico, banana, vela (en raquero), snorkel… Un sitio ideal para organizar un stage deportivo.

Te dejo con un vídeo suyo, de lo más refrescante.


Todas las imágenes, por el autor.


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