Mis «Aquaciclons» no son más que ir en bici a nadar, pero con un nombre más molón. Esta tercera etapa es de secano: corre por las planicies leridanas, es prácticamente llana y, contra lo que cabría suponer, termina junto a un par de sitios magníficos en los que nadar ― pese a que el mar queda a 100 km. Agua limpia, cero visibilidad ¡y un entorno espectacular!
¡A nadar! ― Pantathó 2022
Hoy empiezo por el final, por la parte acuática. Y es que el pasado domingo 4 de setiembre nadamos la Pantathó, una fantástica travesía de 7 km (también hay la versión 3,2K) en el pantano de Sant Llorenç de Montgai, que organiza cada año el CEN Balaguer (la Most Wanted 15K también es suya).


Nadé la Pantathó por primera vez en 2017; intento no fallar ningún año, y no cambiaría una coma de la crónica de aquella edición. Solo apuntaría algunas cosas:
- El guardarropa es simplemente dejar la mochila en la carpa de la Organización, confiando…
- Este año, con buen criterio, la prueba terminaba cuando tocabas los dos escalones de madera que hay para salir del agua frente al arco; se evitan carreras, nervios y codazos al salir del agua y tener que correr los 3 o 4 metros hasta pasar por debajo del arco.
- Se echa en falta el crono bajo el arco de meta: antes lo podías ver al paso de cada una de las 4 vueltas, y era una manera de controlar lo bien (¡o mal!) que ibas.

- Este año falló la barca de los bomberos, pero a cambio los árbitros iban en una motora en lugar de a remo.
- En aquella crónica no destaqué suficiente lo bueno que es el horario de salida: ¡11.45h!! Sí, se levanta algo de viento (que será en contra, bien a la ida, bien a la vuelta), pero se agradece el no tener que madrugar.
- Este año los gorros de los participantes en la 3,2K eran de un verde amarillento; como la salida es conjunta, en las dos primeras vueltas a veces se hacía difícil distinguir las boyas, que de lejos se confundían con los gorros.
- Para no perder la costumbre, fui testigo del sprint por la victoria de los 5 primeros, que me doblaron justo cuando encaraban los últimos 100 metros.
- La participación es bastante irregular; este año fuimos 13, mientras que el año pasado la cosa se quedó en 10; la parte buena es que las vueltas 3 y 4 (una vez han desaparecido los de la 3,2K) las haces en solitario: es una contrarreloj, un fantástico entrenamiento mental.
- Los tiempos de este año son bastante mejores que en pasadas ediciones, porque el viento se llevó dos boyas; esto nos hizo recortar unos cuantos metros, hasta que las pudieron recolocar.
- Es bueno ver cómo suben los jóvenes: el primer y el tercer clasificado tienen 19 y 16 años respectivamente (el año pasado, la ganadora absoluta fue una chica, también de una edad similar).

Es una travesía amable para el público, que puede seguir bastante bien todo el desarrollo de la prueba.

El pantano es de hecho una piscina gigante. Y puedes escoger entrar y salir por el césped o por el borde empedrado.


Del fondo norte al fondo sur tienes más de 4.000 m para nadar.


No puedo recomendar más esta travesía, que además sirve como excusa para no dejar de entrenar en agosto, y a la vez como pistoletazo de salida a una nueva temporada ¡Yo seguiré repitiendo, sin duda!


La ruta en bici
Para llegar a Sant Llorenç de Montgai (ahí está la parte de Aquacicló del post), fui en bici desde Tàrrega. He creado un mapa interactivo con la ruta, aquí.
Si te interesa, también puedes descargarte el archivo GPX en este enlace.

La salida es en la estación de tren de Tàrrega. La ruta son unos 49 km, y prácticamente llana ― salvo algún que otro repecho, y unas escaleras al final. Es toda por pistas de tierra, con algún tramo corto asfaltado.
Salimos de la estación de tren, giramos a la derecha y tomamos la calle Segle XX, que corre paralela a la vía, que nos queda a la derecha. En 300 m tomamos una bifurcación en ángulo hacia la derecha (calle de la Pau), cruzando la vía por el paso a nivel. Justo enfrente, un poco a la izquierda, nos queda la calle dels Amics de l’Arbre, por la que subimos bordeando el parque Sant Eloi, a nuestra derecha.
Al terminar la hilera de casas en la acera izquierda la calle se convierte en pista, que seguimos, en subida. Después de una breve bajada, cruzamos la autovía A-2 por un puente. A partir de aquí iremos encontrando marcas amarillas ― flechas amarillas y carteles que marcan un PR (sendero de pequeño recorrido) ― hacia Tornabous y La Fuliola.
Siguiendo las marcas amarillas llegamos a Tornabous, y atravesamos el núcleo urbano; allí la pista se transforma en carretera secundaria, asfaltada, que seguimos (todavía siguiendo las marcas amarillas) hasta La Fuliola.


En La Fuliola acaba el PR amarillo, a pie de la C-53; hacemos un tramo de apenas 90 m por el arcén (o mejor por un pequeño sendero por el terraplén), y giramos por la primera a la derecha, calle Màrius Torres, que sale perpendicular (aunque ligeramente inclinada hacia atrás) a la carretera C-53.
Hasta aquí llevamos unos 50 minutos, desde Tàrrega.

Hacemos por la calle Màrius Torres (que enseguida se transforma en pista), unos 1,4 km, para girar la primera a la izquierda; y 300 m más allá del giro, la pista muere en una carretera secundaria asfaltada, que tomamos a la derecha.
Un poco más adelante hay un cartel “Mas Ribó”. Justo después de esa granja encontramos una pista que nos atraviesa perpendicular: giramos a la izquierda. Esta pista, sin dejarla, nos lleva hasta Castellserà (en la calle del Raig que se transforma en calle Major).
Al final de la calle Major encontramos de frente una escuela, “El Terrall”; allí, a su izquierda, empieza la carretera la LV-3028 hacia Penelles. La seguimos, hasta que (aún dentro del casco urbano) nos cruzamos con la LV-3027, que tomamos hacia Penelles (es una carretera secundaria).
En algún punto entre Castellserà y Penelles entramos en la comarca de La Noguera, el Texas catalán ― por la extensión, el contraste entre planicies infinitas y espectaculares desfiladeros rocosos, y el calor.
Atravesamos Penelles, y tomamos la carretera secundaria que baja en diagonal hasta Bellcaire d’Urgell. Allí tomamos la primera calle hacia la derecha (calle Nord), que se separa de la C-53 y al poco se transforma en pista; por ella llegamos a un canal de riego auxiliar (la “Sèquia Primera”), que cruzamos, y tomamos a mano izquierda el camino que corre paralelo al canal.

Seguimos este camino, al lado del canal, hasta llegar a la carretera C-26, que cruzamos allí mismo, a la altura de St. Jordi de Muller.
Seguimos una pista en bajada fuerte que da la vuelta a St. Jordi de Muller y a unas naves, dejándolas a la derecha; seguimos la pista hasta llegar a la carretera LV-9227, que cruzamos allí mismo. En la siguiente intersección (250 m después de la carretera) debería haber girado a la izquierda(*1); en cambio, seguí recto. Esto me hizo desviarme demasiado hacia la derecha (noreste), alejándome de la meta.
La pista, en no muy buen estado, corre entre frutales. Al final de los campos, un breve tramo corre paralelo a la carretera C-13. Intentando volver a las pistas entre campos, giré a la izquierda para llegar a C-147a; allí tuve que hacer un corto tramo por la carretera. Pero al llegar a la intersección de la C-147a con la C-13 vi que volvía a desviarme, y giré a la izquierda por la primera pista que había.

Esta pista lleva, ahora sí, al Canal Auxiliar d’Urgell. Lo seguimos por el camino que corre paralelo al canal (hay un par de subidas de apenas 20 metros, pero muy fuertes). No tiene pérdida, aunque hay un pequeño tramo en que el camino se separa del canal (a la altura de una casa aislada, “Cruce 3” en el mapa: el camino paralelo al canal está cortado, y hay que tomar el que pasa por la derecha de la casa). En seguida re-encontramos el canal, lo cruzamos por un pequeño paso elevado, y seguimos el camino que ahora corre por la izquierda del canal.
El camino termina en un bosquecillo, con un sendero en fuerte subida que luego se nivela, y al final de la cual encontramos las escaleras que nos llevan a la presa de Sant Llorenç de Montgai.




Giramos a la izquierda, cruzando el pantano por encima de la presa, y seguimos el camino que bordea el pantano, hasta llegar a la carretera LV-9047. Allí mismo está el embarcadero para kayaks y paddle surf. Hasta aquí el GPS marca, en total:
- Distancia: 49,3 km
- Tiempo en movimiento: 2h 34 min
- Tiempo incluyendo paradas: 3h 17 min
- Velocidad media: 19,2 km/h
- Velocidad máxima: 37 km/h (¡había un par de bajadas fuertes!)
Enfrente, cruzando la carretera, tenemos el camping La Noguera.


Pero si queremos nadar, tenemos que seguir bordeando el pantano (tramo marcado en azul en el mapa): en 800 m llegamos a una explanada larga y estrecha, con césped, en la que hay un embarcadero y una zona de pesca controlada. En toda la explanada hay varios puntos por los que se puede entrar fácilmente al agua. Mi preferido está donde empiezan las casas que dan al pantano: hay mucha sombra, y un bar-restaurante con terraza justo sobre el pantano. En esa zona es donde dan las salidas de las travesías el día de autos.
(*1) Si hubiera girado a la izquierda en el cruce descrito, “Cruce 2” del mapa, habría llegado casi directamente hasta el Canal de Balaguer, siendo el camino más corto (y evitando carreteras) hasta el pantano ― ruta alternativa marcada en amarillo en el mapa. Por ese camino, en 500 m habría atravesado la C-147a, y 100 m más adelante encontraríamos el Canal de Balaguer. Siguiendo el camino que corre paralelo al canal, llegaríamos a “Cruce 3” del mapa ― el Canal de Balaguer muere en una presa en el río; 650 m antes de esa presa hay que tomar un camino a la derecha, y luego el primero a la izquierda, para enlazar con el Canal Auxiliar d’Urgell en “Cruce 3”. En fin, todas las pistas de tierra corren entre campos, se entrecruzan y muchas no van a ningún sitio, sino que mueren al borde un un campo, frente a una masía o en una explotación agraria… Si sabes en qué dirección vas, es relativamente fácil seguir rutas alternativas que te llevarán a la meta ― aunque en algún caso tal vez te toque desandar un trozo de camino, hasta la última intersección.
¿Y qué más?
Hay un sendero para dar la vuelta al pantano, andando, en unas 2,5 horas. Se podría hacer un sencillo triatlón de montaña, corriendo por ese camino y subiendo un par de las colinas de alrededor. Ahí lo dejo, por si alguien se anima a organizarlo…
También puedes nadar más allá del pueblo, pantano arriba y remontar el río, hasta Camarasa o hasta donde la corriente te deje subir. Como he dicho, son más de 4 km para nadar, más la vuelta.




(Todas las imágenes, por el autor.)
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Lactinc pendent de fer, però tal i com l’has descrit, ja no la puc deixar de costat ni un any més. Gràcies Bruno.
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És una de les millors travesses! Senzilla, poca gent, molt bon ambient… Jo la recomano a tothom!
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